29/10/2023
JJ Circuito Cultural
16hs
¿Cómo producen sus películas lxs nuevxs cineastas?
¿Dónde se proyectan? ¿De qué maneras se difunden?
¿Cómo son estas películas?
Están presentes 37 personas.
Se hace un resumen de la reunión anterior. Se trae a colación la crítica que realizó Milagros Porta en la revista digital Taipei. Vuelven a leerse las preguntas del texto “Ecos y voces” y se abre la conversación.
Se propone reflexionar sobre la pregunta “¿Qué es el cine?”.
Lo primero que un compañero titula es: “El cine como la reunión de personas que se sientan a ver una pantalla con luz proyectada y en silencio”.
¿Cuál es la diferencia entre cine o audiovisual?
Se habla del cine en una época en la que proliferan la saturación de imágenes y el bombardeo constante. La práctica cinematográfica como una postura frente a las imágenes en movimiento. Se nombran las nuevas plataformas audiovisuales y cómo moldean a un espectador distinto. Tienen tiempos distintos.
Se menciona que el cine no es un arte únicamente lucrativo, ni que busca necesariamente el “like”. Se diferencia la “proyección” y la “emisión” de imágenes en movimiento. Aparece Tik Tok en la conversación: ¿Cuál es la gramática de TikTok? ¿Cuáles son las gramáticas de esta nueva producción infinita de imágenes?
Se nombra la idea de las películas con “convicciones”. Se remarca que somos una generación “perdida” frente a esta nueva cantidad de imágenes audiovisuales distintas. ¿Cómo salir de ese sentimiento de la intrascendencia? ¿Qué podemos hacer como, justamente, jóvenes estudiantes?
Se habla de la cinemateca: parece haber un consenso entre la comunidad del cine para que se de su existencia y sin embargo nadie parece saber cómo hacer para que suceda. Desde la individualidad es difícil pero con la voluntad organizada en grupo, algo puede comenzar a moverse. ¿Si no tenemos nosotros como jóvenes la posibilidad de HACER la cinemateca, cómo se comienza la ruta para esa creación? ¿Cuáles son los primeros pasos? ¿Si el INCAA es algo inabarcable, cuál es la ruta que tenemos que construir frente a eso?
En este sentido, se propone pensar “qué acuerdos hay” entre este grupo de jóvenes reunidxs, pensar cuál sería el inicio para ese construir, para activar ese motor y salir del sentimiento de “intrascendencia”.
Se recuerda la charla de Nicolás Batlle en la Universidad del Cine, pocos días después del primer encuentro propuesto por Sigilio, donde se remarcó que hay distintos sindicatos pero que aún falta una federación de estudiantes actual. Se reflexiona sobre la idea de que las carreras de cine son muy cortas, por lo que el parámetro de “estudiante” termina por quedar corto en términos temporales. Se nombra el resurgimiento del Centro de Estudiantes de la FUC y la voluntad de querer fusionarse con distintas universidades, con el fin de tejer una red de comunicación. Se nombra al Colectivo de Cineastas como otra agrupación a la cual acercarse.
Algunas preguntas que surgen en la reunión: ¿Cómo evitar la centralización a la hora de convocar a gente? ¿Qué es esta nueva generación? ¿Por qué se dice que fracasó lo que sería la generación anterior? ¿Qué pasa con esa idea de revisitar constantemente? ¿Cómo abrir para salir de ese pequeño círculo? ¿Hay una necesidad más masiva? ¿Qué tipo de cine queremos hacer siendo argentinxs? ¿Qué pasa con la idea romántica del cine y cómo se une con lo que pasa coyunturalmente?
¿Cuántas películas argentinas vemos realmente? Se da por ejemplo la programación del Gaumont. Se propone insistir en nombrarle a la gente que vaya a estos cines, que no conoce la programación argentina. Si lo estamos pensando, si somos personas preocupadas por el futuro, ver qué está pasando con el Cine Argentino hoy realmente.
Se propone la arista de pensarse como generación hija del avance tecnológico, donde las formas de producción son distintas dado que hoy todas las personas tienen una cámara para registrar y una pantalla dónde observar. Se nombra esa forma cotidiana del registro y de la expectación como primera vez y pensarse entonces en relación a eso. La dificultad a la hora de tomar distancia de nuestro presente para poder entender las nuevas formas de ver.
Se cita a Lucrecia Martel en una charla que dio hace poco, donde comentaba que el cine argentino había fracasado (se incluye) porque no lograba registrar lo que estaba sucediendo en ese momento en Argentina. Una mirada del cine priorizando la herramienta y el lenguaje de “la realidad”.
¿Qué queremos del cine? Hay distintas opiniones. Se dice que hay que llegar a algún consenso para organizarse bien.
¿Cuál es el cine popular? ¿Hacemos cine como arte masivo? ¿O lo hacemos conscientemente como un arte más pequeño? ¿Es hoy el cine un arte más pequeño frente al abismo de las nuevas artes audiovisuales?
La juventud tiene en común el deseo y ese deseo se encuentra rápidamente con la frustración, digna de una generación regida por tiempos inmediatos e instantáneos. ¿Qué adjetivos usamos a la hora de definir esta juventud? ¿Por qué siempre tenemos que posicionarnos desde un lugar de “todo es novedoso y somos diferentes” cuando hay una voluntad de las personas con mayor experiencia de que lxs jóvenes se acerquen? ¿Por qué queremos tanto “inventar” algo si ya hay demasiadas cosas? ¿Entonces qué tomamos de todo eso, y en todo caso, cómo se transforma? ¿Qué es lo que estamos criticando de la actualidad cinematográfica? Se insiste en el ejercicio de que cada uno se ponga a conversar esto con unx mismx y con lxs otrxs.
Se dice que la novedad puede ser algo muy pequeño también y no por eso es menor. Que hay que dejar de tener como punto de partida la frustración del fracaso, del “somos pocos”, “todavía no estamos organizados”. Se remarca que esto es un germen y ese germen es valioso y debe ser potencia, pero sin impaciencias.
Se propone acercarse a Fernando Martin Peña, al Museo del Cine, a Sol Colombo, para entender los motivos de la falta de cinemateca, para entender más de preservación y conservación de materiales, dado que es una obviedad que no somos lxs primeros en sentir esa preocupación. También ir a la Asamblea del Colectivo de Cineastas como “agrupación”, sin posicionarnos en el estado de “jóvenes rabiosos” sino desde la escucha de aprender de aquellxs que ya vivenciaron esas luchas y que aún siguen. ¿Por qué creen que el cine está empantanado? ¿Qué diferencias hay entonces hoy?
¿Por qué el cine tiene que seguir siendo “una luz proyectada en una pantalla”? Las artes están constantemente transformándose y así su forma de exhibirse y su forma de existir. Se compara con el teatro, donde hay una necesidad corporal que genera una “suerte de constancia” frente a su exhibición, vs el cine que es “una imagen reproducida”.
Se plantea: ¿Confiamos en la potencia de una imágen para cambiar las cosas? ¿El cine puede cambiar las cosas? ¿Entonces qué pasa con preservar esas imágenes?
Se propone convocar a los diferentes cines regionales del país. ¿Qué visión da el INCAA sobre las imágenes de las provincias? ¿A qué le da plata entonces? ¿Qué elige mostrar del país el Instituto? Hay una deformación de accesos y recursos a la hora de filmar con las provincias. Cuando se marca la agenda de quienes aceptan estos materiales hay un estándar de la calidad de las cosas. Se da el ejemplo de Mendoza que no tiene una institución consolidada estructuralmente (no hay edificio para la Universidad). Se nombra y resalta las otras raíces que tiene la Argentina más allá de la de Buenos Aires, la forma centrífuga y la homogeneización de materiales. ¿Qué es lo que queríamos federalizar entonces? ¿Estos encuentros o el apoyo del INCAA frente a estas provincias? No basta con el hecho de que se filmen las provincias, sino cómo y de qué manera.
¿Qué pasa con esos organismos que siempre nos desbordan? ¿Qué pasa con las marchas a las que no fue nadie respecto a la ley del cine?
Uno propone pedirle una cosita más al INCAA: la sexta vía para las películas que no tienen ese interés en esa masividad que ellos proponen.
Hay una voluntad juvenil que quiere cambiar algo pero no se sabe bien qué. Un sentimiento de inconformidad que a veces no tenemos herramientas para diferenciarlas. La idea de “federalizar” nuestra “voluntad” es extraña. Se da como ejemplo las protestas en los suburbios de Paris en 2005, donde el enojo de la población francesa los llevó a manifestarse quemando todo, sin darse cuenta que estaban quemando sus propias cosas.
Algo claro es la voluntad de que haya una “cinemateca”, una pata en la que hay consenso. Se argumenta que en la FUC (universidad a la que asiste o asistió la mayoría de lxs integrantes) en la materia “Historia del Cine LatinoAmericano” se pasan únicamente 8 películas argentinas (largometrajes y cortometrajes), revelando la falta y la necesidad de una materia puntualizada en el cine nacional.
¿Qué pasa con la endogamia del mundillo del cine y como se acerca a lo popular? Con la premisa de La Libertad Avanza de cerrar toda institución pública posible, parece que la defensa del INCAA, contraria a otras instituciones amenazadas como la educación pública, la salud pública y el CONICET, fue dada solo por la gente de la actividad cinematográfica y no pareció escandalizar al resto de los argentinos. Se dice que es probable que eso sea causa de que solo las personas que circundan al cine le otorgan al INCAA un valor importante, pero no así las personas a desinteresadas por las producciones nacionales.
Se vuelve a repasar y valorar el camino hecho. Sobre la federalización, se valora al trabajo del INCAA con respecto a la ENERC, abriendo más sedes en todo el país.
Se habla de una posible victoria de Massa en las elecciones y se remarca que se viene dando una postura compleja en dónde, por la amenaza de “lo otro”, se genera una postura cómoda por lo que se pudo evitar y no se profundiza con las insatisfacciones y exigencias que se tienen.
Se trae a la mesa la temática de las “redes sociales”. La diferencia entre “lo masivo” y “lo popular”. ¿Qué impacto genera cada una? ¿Cómo vemos el cine y cómo se ve el cine en la actualidad? ¿Qué pasa con la globalización y la competencia del cine argentino frente a eso? ¿Qué pasa con la percepción y con lo que consumimos? ¿Con la temporalidad de estas nuevas imágenes (la idea del “videominuto” para que la gente “lo vea más”)?
Se nombra del impacto de las redes sociales en la forma de ver las imágenes, en la atención que sostenemos hoy, esa nueva posición de espectador. Se dice que hay que “volver a aprender a ver”. Se dice que lo de la Cinemateca, y el Incaa debería ser “el cascarón” de una cuestión cultural más grande. Se comenta que la organización no debería ser “sindical” porque el eje debería estar puesto en esa repregunta, en esa nueva forma de ver y nueva forma de hacer.
Es importante ver cine, y ver lo nuestro también más allá únicamente de hablar, porque esa acción también se materializa en lo que creamos artísticamente y esa otra forma que te conecta con los otros. La importancia de eso otro que nos atraviesa que también se debe unir. Estamos emergiendo un grupo de jóvenes que luchan por un cine argentino pero que debe conocer primero cómo son sus propias películas, por más jóvenes que sean. Si hablamos de difundir los materiales, empezar también con aquellos que tenemos cerca entre nosotros. Conocerse en términos de creación es igual de importante que la discusión.
¿Cómo explicarle todo esto a la gente que no está en el ámbito del cine? ¿Qué datos concretos en números y en hechos se transmiten y qué “postura filosófica”? Se trae a colación el cine como industria, como espacio de trabajo y fuente de empleo, más allá de la postura “artística” que a mucha gente no le importa en absoluto. ¿Qué herramientas construimos para poder defendernos frente a la gente que está desinformada y que cree cosas que no son ciertas?.
Volver a repasar la historia del país literalmente dado que la lucha del federalismo no es para nada algo nuevo y menos una particularidad del ámbito cinematográfico.
–“Es como ver el Everest hacia arriba y querer subirlo sin haber entrenado”
-“El problema es no estar entrenado decís”
-“Digo que hay gente que podría entrenarnos.”
Se insiste en la idea de “formarnos” y la necesidad de escuchar y eso es un punto en común, creando entre nosotrxs esos espacios.
Se hace una pausa de 15 minutos y se retoma.
Se propone que Sigilio sea motor de producción de eventos de exhibición de cine nacional, donde se proyecte un largometraje nacional y se convoque a alguien (sea crítico, docente, cineasta) para comenzar a tejer relaciones entre jóvenes y gente con experiencia.
Se remarca nuevamente la idea de asistir a la Asamblea del Colectivo de Cineastas (organización con mayor alcance local, de reunión de técnicos, cronistas, sindicales, etc… ).
Se crea un grupo de WhatsApp titulado “Jóvenes Cineastas Unidxs” para expandir la comunicación y para convocar. Se propone reflexionar el camino del accionar frente a las primeras ideas que se presentaron. La idea de que un grupo funcione con la idea de tener objetivos claros. Se aclara que esta voluntad de encuentro es organizada por Sigilio pero que la idea es que se abra más allá del grupo, y no con la idea de crear un grupo sino de visualizar “ese próximo horizonte” con objetivos claros y formas de abordarlos. Pensar qué es lo mas urgente y ordenar las prioridades. Se propone a partir de eso crear “subgrupos/comisiones” para que efectivamente se motoricen los proyectos.
Se comenta la voluntad de hacer estos encuentros mensualmente.